El Bachillerato en Finlandia es a la carta. El programa de estudios de esta etapa anterior a la Universidad está previsto para tres años pero, por la flexibilidad del sistema, los alumnos pueden completarlo en un período de dos a cuatro años. La enseñanza está organizada por créditos, como en los modernos estudios universitarios adaptados al proceso de Bolonia. El adolescente decide el número de asignaturas en las que se matricula en cada año académico. La inmensa mayoría de los jóvenes tarda tres años. «Sólo unos pocos lo terminan en dos, pero es lo menos importante», comenta Tuija Turkki, profesora de Castellano en el instituto de Bachillerato Vihdin Lukio de la localidad de Nummela, al norte de Helsinki.
Los estudiantes no repiten curso, sólo tienen que volver a examinarse de las materias que no logran superar. Casos raros, por cierto. «En el último examen de castellano que hice uno de mis alumnos me escribió una nota en el ejercicio en la que se disculpaba por no haberlo podido preparar», relata Tuija Turkki. «Lo siento, es que ha estado muy ocupado con los entrenamientos de hockey, póngame un cuatro -el suspenso en Finlandia-, que ya estudiaré para el próximo examen», le decía en su nota. Los alumnos no copian en los exámenes ni tratan de hacer trampas para aprobar. Es parte de su educación, de su sociedad. «Finlandia es uno de los países con menos corrupción del mundo. A nadie se le ocurriría defraudar a Hacienda, o engañar al Ayuntamiento cuando pides ayudas», explica la bilbaína Begoña del Barrio, profesora en el pueblo de Raisio.
En España el Bachillerato está programado para realizarlo en dos años académicos. Si se suspenden más de tres materias hay que repetir el curso completo. El sistema español, sin embargo, se quiere acercar a ese modelo finlandés más universitario. La LOE establece que si a un alumno le quedan tres asignaturas no tiene que volver a examinarse de ellas y, aunque no puede pasar de curso, tiene la posibilidad de matricularse en algunas materias de segundo.
26/3/09
MODELO EDUCATIVO FINLANDES
El Bachillerato en Finlandia es a la carta. El programa de estudios de esta etapa anterior a la Universidad está previsto para tres años pero, por la flexibilidad del sistema, los alumnos pueden completarlo en un período de dos a cuatro años. La enseñanza está organizada por créditos, como en los modernos estudios universitarios adaptados al proceso de Bolonia. El adolescente decide el número de asignaturas en las que se matricula en cada año académico. La inmensa mayoría de los jóvenes tarda tres años. «Sólo unos pocos lo terminan en dos, pero es lo menos importante», comenta Tuija Turkki, profesora de Castellano en el instituto de Bachillerato Vihdin Lukio de la localidad de Nummela, al norte de Helsinki.
Los estudiantes no repiten curso, sólo tienen que volver a examinarse de las materias que no logran superar. Casos raros, por cierto. «En el último examen de castellano que hice uno de mis alumnos me escribió una nota en el ejercicio en la que se disculpaba por no haberlo podido preparar», relata Tuija Turkki. «Lo siento, es que ha estado muy ocupado con los entrenamientos de hockey, póngame un cuatro -el suspenso en Finlandia-, que ya estudiaré para el próximo examen», le decía en su nota. Los alumnos no copian en los exámenes ni tratan de hacer trampas para aprobar. Es parte de su educación, de su sociedad. «Finlandia es uno de los países con menos corrupción del mundo. A nadie se le ocurriría defraudar a Hacienda, o engañar al Ayuntamiento cuando pides ayudas», explica la bilbaína Begoña del Barrio, profesora en el pueblo de Raisio.
En España el Bachillerato está programado para realizarlo en dos años académicos. Si se suspenden más de tres materias hay que repetir el curso completo. El sistema español, sin embargo, se quiere acercar a ese modelo finlandés más universitario. La LOE establece que si a un alumno le quedan tres asignaturas no tiene que volver a examinarse de ellas y, aunque no puede pasar de curso, tiene la posibilidad de matricularse en algunas materias de segundo.
Los estudiantes no repiten curso, sólo tienen que volver a examinarse de las materias que no logran superar. Casos raros, por cierto. «En el último examen de castellano que hice uno de mis alumnos me escribió una nota en el ejercicio en la que se disculpaba por no haberlo podido preparar», relata Tuija Turkki. «Lo siento, es que ha estado muy ocupado con los entrenamientos de hockey, póngame un cuatro -el suspenso en Finlandia-, que ya estudiaré para el próximo examen», le decía en su nota. Los alumnos no copian en los exámenes ni tratan de hacer trampas para aprobar. Es parte de su educación, de su sociedad. «Finlandia es uno de los países con menos corrupción del mundo. A nadie se le ocurriría defraudar a Hacienda, o engañar al Ayuntamiento cuando pides ayudas», explica la bilbaína Begoña del Barrio, profesora en el pueblo de Raisio.
En España el Bachillerato está programado para realizarlo en dos años académicos. Si se suspenden más de tres materias hay que repetir el curso completo. El sistema español, sin embargo, se quiere acercar a ese modelo finlandés más universitario. La LOE establece que si a un alumno le quedan tres asignaturas no tiene que volver a examinarse de ellas y, aunque no puede pasar de curso, tiene la posibilidad de matricularse en algunas materias de segundo.
BACHILLERATO EN TRES AÑOS
CUMPLIMOS 10 AÑOS EN
RECORDAMOS LA PRIMERA PUBLICACIÓN
La Federación de Enseñanza de UGT, Fete UGT, considera que la decisión del Tribunal Supremo de impedir el acceso a 2º de Bachillerato con más de dos asignaturas suspensas, representa «un freno a la posibilidad recogida en el Real Decreto de Bachillerato, para que los alumnos pudieran cursar los estudios a dos velocidades» y plantean la posibilidad de establecer «un Bachillerato en tres años, para determinados alumnos con circunstancias determinadas, que les facilitase una correcta adquisición de unos contenidos amplios para impartirlos en dos años»
CSI-CSIF reivindica la creación de un Bachillerato de tres años, frente a los dos que tiene en la actualidad. Marcos Domingo, secretario general de la sección de educación de este sindicato, explicó que el actual sistema "es demasiado corto, lo que obliga a los alumnos a asumir muchos conocimientos en poco tiempo". Domingo subrayó que España es el país que tiene una Bachillerato de menor duración en el ámbito europeo. Para ello propuso ampliarlo hasta los 19 años o iniciarlo antes, sustituyendo lo que hoy es cuarto de Secundaria. "Creemos que la enseñanza en el proceso de enseñanza ganaría en calidad".
Y precisamente eso, ganar en calidad, es lo que persigue una nueva campaña puesta en marcha por este sindicato. Entre sus reivindicaciones figura el aumento del gasto público hasta alcanzar el 7% del PIB, o la puesta en marcha de la carrera profesional para el profesorado. "Actualmente los docentes son los únicos trabajadores de la Administración que no tienen reconocida su formación", denunció Marcos Domingo. Aunque reconoció que en estos momentos se está negociando con el Gobierno de Aragón introducir cambios en este sentido. Por otro lado, también pidió medidas para combatir la violencia de baja intensidad.
Ecobur 26/03/09
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